El agua no sólo debe cuidarse por su escasez, sino también por la gran cantidad de energía que consume el proceso de potabilización y transporte.
¿Cómo reducir la cantidad de agua que utilizamos a diario?
- Evitar canillas abiertas, goteando, o pérdidas sin reparar.
- No dejar la manguera abierta al regar, o al barrer el patio o la vereda.
- Evitar regar las calles de tierra.
- Cuidar el agua al higienizarse (ducha, lavado de cabeza, lavado de manos, de dientes).
- Regar durante las horas de menos calor: al reducirse la evaporación necesita menos agua.
- Reutilizar el agua que no es para consumo: por ejemplo, el agua del termo que ya se enfrió, puede servir para pasar un trapo de piso o un lampazo.
- Separar las aguas grises que pueden ser utilizadas para riego.
- Cuidar la cantidad de descargas del inodoro.
- Evitar el agua corriendo al lavar platos. Se pueden remojar en la bacha con agua jabonosa.