Consejos para el buen uso de la red cloacal
No está permitido conectar los desagües pluviales a la red cloacal. Cuando esto sucede, se satura la capacidad de conducción de las cañerías cloacales que no están dimensionadas para recibir agua de lluvia y se provocan desbordes a través de las bocas de registro. Sólo debe ingresar al sistema de desagüe cloacal domiciliario los líquidos provenientes del baño (ducha, inodoro, bidet y lavamanos), de la cocina (lavado de alimentos, de la preparación de comidas y el agua del enjuague de vajilla) y del lavado de prendas de uso personal. No desechar en el sistema de desagües, elementos sólidos que perturben el funcionamiento de las instalaciones.
Dado que las conexiones están diseñadas y construidas para permitir solamente el paso de líquidos o efluentes cloacales, cuando ingresan productos de origen industrial generan ácido que dañan gravemente las cañerías y en el caso de elementos contundentes cómo trapos, medias de mujer, pañales, algodones, bolsas, preservativos, portadesodorantes de inodoros, envases plásticos en general o de cartón provocan obstrucciones, cómo también aceites, lubricantes, pinturas, materiales no biodegradables. Son muy comunes las obstrucciones producidas por la solidificación de comestibles, grasas y aceites que son vertidos normalmente con la limpieza de la vajilla.
Puerto Madryn cuenta con más de 400 kilómetros de cañerías encargadas de recolectar todo el líquido cloacal de la ciudad. Estas cañerías se vinculan con 7 estaciones elevadoras que impulsan los efluentes cloacales hasta la Estación de Pre-Tratamiento Norte y luego son bombeados a COTA 130. Todo el sistema de recolección de líquidos cloacales cuenta con más de 3600 bocas de registro, que sirven para intervenir y desobstruir en caso de atascamiento.
El servicio de cloacas constituye una herramienta indispensable para la calidad de vida de la población. Su uso correcto y su preservación, permiten prolongar y garantizar la vida útil de las instalaciones. Los desagües cloacales domiciliarios contribuyen al mantenimiento de la higiene y de la salud pública. Para evitar taponamientos y obstrucciones que provoquen desbordes cloacales, es fundamental adoptar una conducta ejemplar en la utilización de este servicio.