En el primer semestre del año, se instalaron más de 200 leds en la ciudad.

El servicio de alumbrado público es el responsable de atender más de 19.000 luminarias y 400 cajas de automatismo en la ciudad y en lo que va del año 2024 se han instalado más de 200 nuevas luminarias de tecnología led. Los artefactos led tienen entre sus beneficios, el aporte de mayor luminosidad, un menor consumo lo que acompaña a la política implementada de eficiencia energética y poseen una mayor vida útil, en comparación con los artefactos de sodio.

Harry Woodley, Presidente de la Cooperativa, hizo un balance al respecto: “Madryn es una ciudad que tiene un ritmo de crecimiento constante, tal es así, que ocupa el segundo lugar en el ranking argentino y esta situación supone un serio desafío para Servicoop, ya que ese crecimiento debe ser acompañado con servicios. Desde la Cooperativa hacemos sendos esfuerzos para estar a la altura de las circunstancias y desde hace un tiempo a esta parte, los planes a nivel nacional que fomentaban la inversión en servicios, no existen más”.

Sobre este último punto, el Presidente de Servicoop, profundizó: “Respecto a los planes nacionales, los últimos led adquiridos fueron a través del plan PLAE (Plan de Alumbrado Eficiente) y se interrumpió esa entrega a mediados del año 2020. De esa fecha a la actualidad, la totalidad de los artefactos han sido adquiridos con fondos propios, como así también las redes de alimentación, cajas de automatismo y demás componentes. Poder continuar modernizando el servicio de alumbrado, supone un esfuerzo económico para la Cooperativa, pero gracias a la gran tarea que llevan adelante desde la administración, podemos continuar avanzando”.

Para finalizar Woodley destacó la tarea realizada por el personal de alumbrado: “Todo el personal que integra el servicio de alumbrado público, dedica sus mayores esfuerzos, para que todo funcione como debe ser. Tenemos una ciudad donde conviven barrios densamente poblados, con sectores intermedios donde las viviendas están muy distanciadas entre sí, como lo es El Doradillo. Como dato, entre Solana y el Doradillo hay casi 23 kilómetros y nuestras cuadrillas recorren día y noche la ciudad, para que tengamos un servicio de calidad, como el que tenemos”.

Por último, el responsable de la Cooperativa, puntualizó: “Al ser una ciudad costera y con clima patagónico, el personal de alumbrado tiene que intensificar sus tareas, a diferencia de otras localidades. Esto significa que tanto el salitre como también la acción de los constantes vientos, redobla la necesidad de las tareas de mantenimiento sobre las instalaciones. Es frecuente que las cajas de automatismo dejen de funcionar por el salitre y la tierra, también las vinculaciones de redes y anclajes sufren desgaste prematuro por el viento, pero así y todo, siempre nuestro personal da soluciones”.