La situación de Servicoop requiere de voluntad política y responsabilidad institucional

octubre 28, 2020

Servicoop informó recientemente a la comunidad, a la Secretaria de Protección Ambiental y al Ministerio de Ambiente de la provincia del Chubut, sobre el riesgo, entre otros, de un posible vuelco de líquido cloacal al Golfo Nuevo como consecuencia de la rotura de maquinarias destinadas al mantenimiento diario del sistema cloacal madrynense. A la vez, la institución ha tomado medidas para acceder a una solución parcial durante las próximas horas.

Tal como se manifestara desde la cooperativa en distintas ocasiones, los servicios públicos en la ciudad atraviesan un muy difícil momento económico y financiero. En este sentido, la actualidad de Puerto Madryn no escapa a la del resto del país en general y a la de la provincia del Chubut en particular, teniendo en cuenta que los servicios públicos en la Argentina sufren hoy la peor crisis de su historia a partir de un severo desequilibrio originado en las políticas energéticas del último gobierno neoliberal, que terminaron por afectar también al sistema cooperativista.

Pero además, la actualidad de Servicoop tiene un agravante, ya que no solo sufrió el aumento indiscriminado del costo de la energía y la quita de subsidios implementada por el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren, sino que en Puerto Madryn, además, existe un congelamiento tarifario desde el mes de mayo de 2017.

Con casi tres años y medio sin actualización en sus ingresos, ninguna actividad productiva o comercial es sostenible, y la administración de los servicios públicos no es la excepción.

Este desfinanciamiento de Servicoop no es responsabilidad de sus conducciones. La anterior gestión de la cooperativa enfrenta un juicio penal por el incumplimiento en el pago de sus compromisos con AFIP. Esa misma gestión dejó, al retirarse de Servicoop en febrero de 2019, una deuda cercana a los mil millones de pesos repartidos mayormente en deuda con AFIP y CAMMESA. Esas fueron las primeras consecuencias que sufrió la institución a causa de la combinación entre las políticas energéticas neoliberales del anterior gobierno nacional y el congelamiento de sus ingresos a cargo del poder concedente de los servicios públicos.

La situación económica de Servicoop no hizo más que agravarse en estos 41 meses. La cuenta es simple: ingresos congelados, más aumento por dolarización de insumos, más el costo inflacionario que según el INDEC ronda entre el 40 y el 50 por ciento anual, da como resultado un déficit creciente y posterior incumplimiento de las obligaciones.

El de los servicios públicos de la ciudad de Puerto Madryn no es un problema de competencias o de faltas de ellas, es un problema que suma y acumula una sucesión de decisiones políticas que, siendo bien pensados, se pueden calificar como erróneas.

Acerca de la situación descripta, se puede aseverar que el poder concedente está al tanto en tiempo real. El Consejo de Administración, de acuerdo con su Estatuto, cuenta con un Delegado Municipal que lo integra activamente y que no ha faltado a sus responsabilidades, entre las que se incluye informar al poder concedente las novedades que surjan desde la cooperativa. Pero, además, tanto la actual conducción de Servicoop como la anterior, han cumplido rigurosamente con su obligación de informar trimestralmente al poder concedente acerca del estado de cuentas, así como también al Ministerio de Infraestructura de la provincia. Por otra parte, cada asociado recibe con su factura un volante que incluye el estado de deuda de Servicoop con AFIP y CAMMESA.

Por lo expuesto no se puede alegar desconocimiento ni sorpresa acerca de la actualidad de la cooperativa, como tampoco de su futuro en caso de que no se comience a transitar un camino diferente.

En la actualidad esta cooperativa, que pertenece a todos los vecinos y vecinas de la ciudad, atraviesa una situación económica y financiera delicada y preocupante, que está empujando a retrasos en el pago de servicios de terceros y dilación de los mantenimientos preventivos de los servicios públicos y de otros compromisos y obligaciones que ponen en un riesgo muy alto a la calidad de la prestación de los servicios públicos.

La solución de este tema necesita de voluntad política, responsabilidad institucional y compromiso con la comunidad. Cualquier conducción de Servicoop, actual, pasada o futura, enfrentará este desfinanciamiento de los servicios públicos si desde el poder concedente no se toma conciencia inmediatamente del daño institucional que se genera, que atenta directamente contra al bien común de todos los madrynenses.

No estamos defendiendo una gestión, estamos velando por el sostenimiento de los servicios públicos en la ciudad y de un verdadero sistema cooperativista que necesita ser cuidado, reivindicado y fortalecido.

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